Cuando Manuel y Gladys Silvestre se mudaron por primera vez
al residencial público anteriormente conocido como Charter
Oak Terrace, era un sitio tranquilo y acojedor. Sin embargo,
las cosas cambiaron, según dijo el señor Silvestre
y la familia decidió mudarse lo más pronto posible
del proyecto de la Hartford Housing Authority.
"De repente comenzaron los tiroteos, había muchas
drogas y gangas", dijo Silvestre. "Mi esposa y yo pensábamos
mudarnos antes que las cosas se pusieran peores para nuestro
niños".
Fue entonces que Manuel escuchó que la Autoridad de Viviendas
de Hartford tenía otros planes para el residencial público
y que pensaba demoler las anticuadas estructuras para construir
una nueva comunidad con casas para familias trabajadoras como
la de los Silvestre.
"Fueron buenas noticias. El lugar estaba terrible. Pensé
que era una gran oportunidad para mi familia y sabía que
iba a hacer una diferencia", recordó el hispano.
Los esposos decidieron quedarse en Charter Oak Terrace y después
de tres años, cuando los "bulldozers" finalmente
llegaron, la familia recibió un certificado de Sección
8 para mudarse a otro lugar en lo que la "nueva comunidad
de Charter Oak Terrace" era cons- truída.
El pasado 14 de agosto, la familia se unió a miembros
de la Autoridad de Viviendas para celebrar el haberse convertido
en la primera familia que compra una residencia en la nueva comunidad.
Los esposos Manuel y Gladys Silvestre ahora tienen su propio
hogar en la calle Dart.
Lo que antes fue un "manchado" y olvidado residencial
público ahora es parte de una vibrante comunidad donde
la pareja puede criar a sus hijos, Ed de 8 años de edad
y Ashley de 5, en la tranquilidad de su propia casa.
"Es fabuloso. Estoy muy contenta de estar en nuestra propia
casa", dijo Gladys a los miembros de la prensa que acudieron
a la celebración, incluyendo camarográfos de WFSB-TV
Canal 3 y fotógrafos de este rotativo.
Los Silvestre nunca habían sido dueños de su propia
casa y, según dijo Manuel Silvestre, la oportunidad era
demasiado tentadora para dejarla pasar. La pareja asistió
a clases de crédito y a través del programa "Campus
for Learners" lograron obtener una hipoteca para comprar
su propia casa en el mismo vecindario que querían abandonar
en una ocasión porque estaba "infectado" por
las drogas y la violencia.
La Hartford Housing Authority espera que la historia se repita
varias veces y que muchas de las familias que dejaron atrás
al antiguo caserío de Charter Oak Terrace regresen a esta
nueva y elegante comunidad.